Viajar es la puerta a descubrir, no solo increíbles lugares, sino también otras culturas y abrir tu mente hacia miles de estímulos nuevos y formas de ver el mundo. Cada viaje puede convertirse en una aventura única para ti, pero ¿y para el planeta? ¿y para la población local? ¿y para la vida salvaje?. Para tratar un tema tan importante, y por suerte tan a la orden del día, desde IATI seguros hemos pedido consejos para ser un viajero responsable a expertos y concienciados bloggers de viajes. ¿Te sumas a ellos?
¡Contamos contigo!
Contenidos
- 1 ConMochila: Turismo responsable con animales
- 2 La Maleta de Carla: Residuos de un solo uso
- 3 Comiviajeros: Explotación infantil
- 4 Viajando nuestra vida: Transporte sostenible
- 5 La Mochifamily: Fomentar el desarrollo local
- 6 Imanes: Alojamiento sostenible
- 7 Mochiadictos: Dar importancia y enseñar con el ejemplo a nuestros hijos a ser un turista responsable
- 8 Plan B Viajero: Voluntariados de conservación
- 9 El Giróscopo viajero: Arquitectura turismo y energías limpias – Finlandia y El Hierro.
ConMochila: Turismo responsable con animales
De turismo responsable con animales se empezó a hablar en los blogs de viajes hace años pero, en general, seguimos sin entender bien lo que es.
Rechazamos el maltrato que nos es evidente, eso sí, pero nos sigue costando comprender que su bienestar no tiene nada que ver con el nuestro. El turismo responsable con la fauna es mucho más que estar en contra del maltrato y, sin una información básica (y con el nivel de humanización de los animales hoy en día), puede resultar confuso.
Las principales recomendaciones para no meter la pata son:
- No dar de comer a la fauna salvaje, incluida la submarina. Cambiamos su comportamiento y ensuciamos su hábitat, entre otras cosas.
- No hacerse fotos con primates. Recuerda que para capturar una cría lo más fácil es matar a la madre, que luchará con su vida por salvarla.
- No hacerse fotos con grandes felinos. Muchos de esos ejemplares pueden terminar siendo vendidos para prácticas poco éticas cuando se hacen mayores y prescindibles.
- Sé incrédulo. No te creas todo lo que te dicen: la palabra santuario se ha corrompido y hoy en día que se llame así no significa que sea un lugar que rescate animales. Recuerda que el contacto con los animales es inversamente proporcional a su bienestar, y eso incluye darles de comer y bañarles.
- Contrata empresas responsables para el avistamiento de animales salvajes, en ningún momento hay que interactuar con ellos.
La forma más emocionante de ver animales es en su hábitat natural, algo con lo que estamos acabando poco a poco. Consume responsable, lee las etiquetas de tus compras, pregúntate de donde viene lo que comes y utilizas y protege el planeta cada día con tus acciones. Sin planeta no habrá turismo, responsable ni irresponsable.
La Maleta de Carla: Residuos de un solo uso
Una de las mejores formas de ser un viajero responsable es intentar intentar generar menos basura. Lo cierto es que en muchos países el sistema de gestión de residuos es muy pobre o directamente nulo y desgraciadamente acaban o en el mar o en el aire, porque los queman. ¿Y qué puedes hacer tú? Observa tu basura, analiza qué residuos generas y busca la manera de sustituirlos por otros que tengan menos impacto en el medio ambiente.
Por ejemplo, si llevas contigo una botella de agua reutilizable, podrás evitar comprar botellas de agua de plástico; lleva siempre contigo una bolsa de tela para rechazar las de plástico; si te pides una bebida, recuerda pedirla sin pajita; si tienes la regla, en vez de utilizar tampones y compresas, puedes pasarte a la copa menstrual y no generar tantos residuos una vez al mes; pásate a la cosmética sólida: champú en pastilla, desodorante en crema, dentífrico envasado en lata de aluminio, etc.
Si te quedan dudas, aquí tienes más consejos para viajar sin plástico y recuerda, son un montón de consejos que puedes aplicar no solo en el viaje, ¡también en el día a día!
Comiviajeros: Explotación infantil
Como casi todos los errores de turismo irresponsable que cometemos en nuestros viajes, a veces contribuimos a la explotación infantil sin ser conscientes de que lo estamos haciendo. ¿Crees que esas monedas que le estás dando a un niño en el Sudeste Asiático o en Latinoamérica van a hacer que su vida mejore? No. Todo lo contrario, porque si todos los que viajamos hacemos lo mismo, sus padres van a tener la fuente de ingresos más rentable de su vida.
Si quieres ayudarle de verdad, puedes llevar cuentos, lápices de colores o pinturas porque en ese caso te aseguras de que de verdad tu solidaridad contribuirá al 100% para mejorar su vida. Eso sí, asegúrate de hacerlo a través de alguna organización o proyecto dedicado ello. Son los que mejor conocen las necesidades locales y los que realmente podrán hacer llegar la ayuda donde
Y suponemos que esto tampoco debería hacer falta decirlo, pero es verdad que hay países en el Sudeste Asiático en el que el turismo sexual que implica a niñas menores es bastante más común de lo que nos gustaría. Así que por favor, no participes de él.
Viajando nuestra vida: Transporte sostenible
¿Sabes lo que contaminas cuando viajas? Para que te hagas una idea, un vuelo Madrid – Barcelona genera aproximadamente 80kg de CO2 por persona y trayecto. La misma ruta en tren genera 2kg de CO2 por persona y trayecto. ¿Cuál es el factor determinante? Mientras un trayecto en avión supone 1h15min, en tren son 2h45min, es decir, el tiempo.
Extrapolando esto al resto de países del mundo y sumando transportes como el coche, los autobuses o los agresivos cruceros tenemos como resultado que más del 95% de la población mundial respira aire contaminado.
Precisamente los cruceros están a la cabeza de los medios de transporte más contaminantes. Según Naciones Unidas, los cruceros emiten 1000 veces más de CO2 que un tren. Esto supone que por cada 500km que separarían Madrid de Barcelona, un crucero emite 2000kg de CO2 por persona y trayecto.
Ya vimos en el COP25 cómo los líderes políticos nos decían que debíamos hacer un uso responsable de nuestros desplazamientos en coche mientras ellos volaban de regreso a sus respectivos países en sus jets privados. Sí que es cierto que todos hemos de tomar conciencia pero si no elegimos a representantes que crean firmemente en estas políticas, la culpa no será de los políticos sino nuestra.
A todos nos gusta viajar, pero ya va siendo hora que tomemos conciencia en nuestra manera de hacerlo. Esto no quiere decir que dejemos de tomar vuelos, sino que empecemos a subirnos más en trenes.
La Mochifamily: Fomentar el desarrollo local
Hay muchas maneras de ser un viajero responsable y viajar fomentando el desarrollo local es una de ellas. Debes hacer que la experiencia de tu viaje sea enriquecedora tanto para ti como también para la comunidad que visitas. Respeta siempre la cultura del lugar donde te encuentres, las personas y sus costumbres. Intenta, en la medida de lo posible, buscar alojamientos gestionados por la comunidad local, así los beneficios del turismo revertirán directamente sobre ellos.
Cuando adquieras un servicio, asegúrate de pagar un precio justo por él. Consume productos locales y degusta la gastronomía del país en restaurantes gestionados por locales. Si te planteas llevarte contigo algún recuerdo, apoya la artesanía tradicional. De esta forma favoreces el desarrollo de su economía, y recuerda que cada pequeño gesto durante un viaje, por pequeño que sea, puede marcar la diferencia.
Imanes: Alojamiento sostenible
Cada vez los viajeros tenemos más conciencia de los valores sostenibles en todas las fases del viaje. Incluido esa fase inicial de preparación de un viaje. Si eres un viajero responsable no puedes pasar por alto buscar un alojamiento que esté comprometido con el medio ambiente.
Los hoteles eco-friendly han venido para quedarse. Marcan la diferencia y aportan un valor añadido: tienen una arquitectura sostenible, trabajan con proveedores ecológicos y toman medidas activas para el uso eficiente de la energía y el agua.
Todo esto sin olvidar el uso responsable de los residuos y la gestión del reciclaje del alojamiento. Y siempre apoyando la economía local como base de un turismo experiencial que aporta un intercambio cultural.
Así que si quieres vivir un viaje sostenible de principio a fin analiza bien la letra pequeña del alojamiento que reservas. Y, ante la duda, siempre escoge “lo eco”.
Mochiadictos: Dar importancia y enseñar con el ejemplo a nuestros hijos a ser un turista responsable
Muchas son las acciones que podemos tomar para ser un turista responsable: llevar nuestra propia botella rellenable evitando así el consumo de plástico de un solo uso, consumir local, no participar en espectáculos o acudir a lugares dónde se utilizan animales como una atracción son alguna de ellas.
Como familia viajera nos surge una nueva responsabilidad, que nuestro hijo Oliver crezca y viaje como un turista responsable. Que, además, lo haga como algo natural, que no tenga que reaprender nada sobre este tema cuando crezca.
Son acciones sencillas que no nos cuentan nada:
- Tener su propia botella y pajita.
- Recoger plástico juntos en cualquier playa en la que estemos.
- O que crezca viendo animales en su hábitat y en libertad
Si como adultos mostramos con el ejemplo, que mientras viajamos la única opción posible es hacerlo como turistas responsables, estaremos dando un gran paso.
Plan B Viajero: Voluntariados de conservación
Otra recomendación para ser un viajero responsable es contribuir a la protección de ecosistemas. Por ello es una excelente idea involucrarse con proyectos de voluntariados de conservación. Toda visita en áreas protegidas debe realizarse con una mentalidad conservacionista y actitud de protección del medio ambiente y defensa y/o rescate de la vida silvestre. Ser voluntario en proyectos de conservación es aportar lo más preciado que tienes: tu tiempo. Para ayudar a mejorar el entorno y aprender del mismo, y a la vez llevarte una experiencia única. Los proyectos de voluntariados de conservación pueden ser muy variados. Desde conservación de áreas verdes, espacios comunitarios hasta preservación de especies en peligro de extinción.
El Giróscopo viajero: Arquitectura turismo y energías limpias – Finlandia y El Hierro.
El turismo evoluciona, afortunadamente, con nuevos intereses y nichos. El turismo de arquitectura es uno de ellos, con el aumento del interés por el urbanismo, el diseño y la arquitectura ecológicamente respetuosa. La utilización de energías limpias y soluciones más ecológicas supone también un nuevo ámbito de desarrollo turístico. En nuestros viajes siempre intentamos integrar visitas que nos descubran nuevos edificios, planes urbanos y fuentes de energía aplicadas para mejorar la calidad de vida respetando el medio ambiente. Hay muchos ejemplos, pero recomendamos dos destinos muy especiales. Finlandia, un país de naturaleza que destaca por la calidad de edificios. La arquitectura y el urbanismo finés destaca por el funcionalismo luminoso y su integración paisajística. Y en casa, tenemos que hablar de la isla canaria de El Hierro, donde un modelo de producción hidroeólica le permite ser autónoma energéticamente buena parte del año. Alta tecnología en una isla, volcánica y encantadora, que ha resistido los embates del turismo de masa, un ejemplo de desarrollo alternativo para toda España.
¿Llevas a cabo algunos de estos consejos para ser un turista responsable? ¿Llevas a cabo otras acciones similares para aportar tu granito de arena mientras viajas? ¡Compártelas con nosotros en los comentarios, nos encantará sumarnos a ellas!
2 comentarios en “9 consejos para ser un viajero responsable 💚”
He echado en falta a alguien que hable de la importancia de respetar el patrimonio de los lugares que visitamos…
Como historiadora del arte, me parece importantísimo recalcar que respetar el patrimonio artístico y cultural de los lugares que visitamos también forma parte de viajar de manera sostenible.
¿Cuánta gente viaja a Santorini, y se aloja en un hotel local, come en restaurantes tradicionales, no monta en burro…, pero luego se sube a los tejados de las casas y las iglesias para hacerse fotos?
¿Cuánta gente pinta en las paredes de iglesias, palacios, templos, se lleva piedras de Acrópolis o de algún templo egipcio, hace fotos con flash en los museos cuando está prohibido, cuelga candados en puentes que no están preparados para soportar ese sobrepeso?…
Podría hablar largo y tendido sobre este tema, la verdad… Así que, si queréis contar conmigo para el próximo post, ya sabéis dónde encontrarme 🙂
Hola Carla, gracias por tu aportación. Obviamente, estos no son “todos” los pasos a seguir para ser un turista responsable, son una selección. Y tu consejo encaja perfectamente en el hilo de la tema. ¡Gracias de nuevo!