Suecia es un país repleto de contrastes, de bellezas naturales y de un sinfín de tradiciones escandinavas que llaman la atención a muchos viajeros ya bregados. Esta gran mezcla se ve reflejada entre las mejores cosas que ver en Suecia.
Desde la capital, Estocolmo, hasta los lugares más recónditos de la región de Laponia, Suecia aporta algo para cada viajero.
¿Tienes ganas de descubrir este gran país? Pues aquí te dejamos una docena de planes insuperables para hacer allí:
Contenidos
- 1 Observar auroras boreales
- 2 Conoce el primer museo del mundo al aire libre
- 3 Recorre la capital y su archipiélago
- 4 Probar las ricas albóndigas suecas
- 5 Dormir en un hotel de hielo
- 6 Visitar Uppsala
- 7 Explorar Laponia en invierno
- 8 Viajar en el tiempo en Visby
- 9 Visitar Gotemburgo
- 10 Conocer cómo viven los reyes en el palacio de Drottningholm
- 11 Visitar Malmö
- 12 Bailar en el bosque de los trolls de la isla de Öland
Observar auroras boreales
Desde finales de agosto a mediados de marzo, muchos viajeros se acercan a las regiones más septentrionales de Suecia para ser testigos de uno de los fenómenos atmosféricos más bellos que podemos admirar en nuestro planeta: las auroras boreales.
Esas formas luminosas que aparecen en el firmamento no son más que partículas solares traídas hasta la tierra por el viento solar.
Si una de las cosas que quieres ver en Suecia son las auroras boreales, debes estar atento al parte meteorológico y escoger un día claro, además de ir a zonas del norte del país con escasa contaminación lumínica.
El Parque Nacional de Abisko es un buen ejemplo de destino para cazar auroras en Suecia.
Conoce el primer museo del mundo al aire libre
Entre las cosas únicas que hacer en Suecia se encuentra visitar Skansen. Este encantador lugar es el museo al aire libre más antiguo del mundo.
Skansen fue inaugurado en 1891 por el académico y visionario profesor Artur Hazelius. Se le ocurrió la idea cuando buscaba formas de mostrar a las generaciones futuras cómo era la vida local en Suecia antes de que la era industrial la transformara por completo.
El museo cubre más de 30 hectáreas y está repleto de escenas rurales que lucen tan perfectas que te costará creer que sean reales. Aquí encontrarás más de 150 edificios que fueron recolectados en todo el país y reconstruidos dentro de Skansen.
Recorre la capital y su archipiélago
Estocolmo, la capital del país, es uno de los mejores lugares que ver en Suecia.
La ciudad está repartida en 14 islas. Fundada en el siglo XIII, es la más grande de Escandinavia y cuenta con exuberantes parques verdes, atracciones de clase mundial y una gran combinación de arquitectura histórica y moderna.
Entre las atracciones imprescindibles de Estocolmo se encuentra el bien conservado centro medieval de la ciudad (Gamla Stan), con sus hermosas iglesias antiguas, el Palacio Real, puentes, canales y calles adoquinadas repletas de cafés y tiendas; y la exuberante isla verde de Djurgården, que alberga algunas de las atracciones turísticas más populares de Estocolmo, como el parque temático Gröna Lund, el zoológico de Estocolmo y el museo al aire libre de Skansen.
Y, si te gusta ir de isla en isla, entonces debes recorrer el archipiélago de Estocolmo. Obviamente, no tendrás tiempo de visitar todas las islas, ya que hay más de 30.000, pero podrás pasear por una fortaleza de la Primera Guerra Mundial en Starofortet o Vaxholm o probar un spa en Nacka, la ínsula más cercana a Estocolmo.
Probar las ricas albóndigas suecas
Probar auténticas albóndigas suecas es una de las cosas más locales que hacer en Suecia. Estos bocados deliciosos están hechos de una combinación de carne molida de cerdo y ternera mezclada con huevos, crema o leche, pan rallado y deliciosos condimentos.
Las auténticas albóndigas suecas generalmente se sirven con un cremoso puré de patata, una densa salsa, tarta de mermelada de arándanos rojos y pepino encurtido. Debido a su popularidad, encontrarás este plato clásico en casi todos los menús de restaurantes del país y en los quioscos de take-away de las grandes ciudades.
Dormir en un hotel de hielo
Dormir en un hotel donde casi todo está hecho de hielo no es sólo una de las cosas más singulares que hacer en Suecia, sino en el mundo.
Las vigorizantes aguas del río Torne se congelan y se convierten en hielo cada invierno. Y cada año desde 1989, diseñadores, arquitectos y escultores increíblemente talentosos se han unido para dar forma al hielo y transformarlo en un hotel peculiar.
Abierto entre diciembre y abril, Icehotel es el primer y más grande hotel construido con nieve y hielo del mundo. Desde las camas de las habitaciones hasta los vasos del bar, aquí prácticamente todo está hecho de hielo.
Visitar Uppsala
Uppsala, ubicada a 70 km al norte de Estocolmo, ha sido el centro religioso de Suecia desde el siglo XII.
La catedral de Uppsala, sede del arzobispo de Suecia y levantada en el siglo XIII, es la más alta de Escandinavia. La educación también es importante aquí, ya que la Universidad de Uppsala, fundada en 1477, es una de las universidades más antiguas de Escandinavia.
El río Fyris atraviesa la ciudad, con el tramo medieval situado al oeste del río. Tanto la catedral como el castillo de Uppsala dominan el horizonte, complementándose con un bonito jardín botánico.
Explorar Laponia en invierno
Si lo que buscas es una aventura en la naturaleza, no hay mejor lugar que visitar en Suecia que la región de Laponia.
Situada en el extremo norte, sobre el Círculo Polar Ártico, en ella el sol no acepta medias tintas: o está presente casi las 24 horas del día o prácticamente desaparece.
Laponia es para practicantes de piragüismo, esquí de fondo, excursionistas y observadores de la vida silvestre. Allí habitan los resistentes Sami, un pueblo ancestral que aún trata de preservar sus costumbres entre los densos bosques y las áridas tundras.
Una buena manera de explorar la región es recorrer el Wilderness Way, una ruta de 359 km que va desde el centro de piragüismo en Stromsund hasta Vilhelmina. En invierno, puedes realizar parte de la aventura en trineo.
Viajar en el tiempo en Visby
Pasear por las calles de Visby es como hojear las páginas de un libro de cuento de hadas. Esta cautivadora ciudad es Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Escondida en la isla de Gotland, donde el tiempo parece pasar a un ritmo más lento, esta encantadora ciudad medieval data del siglo XII y está protegida por una antigua muralla bien conservada que incorpora impresionantes torres defensivas.
Iglesias centenarias, playas perfectas, animadas plazas y un fascinante museo que alberga innumerables antigüedades son solo algunas de las cosas que encontrarás aquí.
Y si tienes la oportunidad, visita Visby durante la Semana Medieval en agosto. Así tendrás la oportunidad de participar en torneos de justas, increíbles espectáculos de fuego, comprar en mercados medievales y ver desfiles que muestran cómo era la vida durante la época vikinga.
Visitar Gotemburgo
La segunda ciudad más grande que ver en Suecia es Gotemburgo.
Ubicada en la costa oeste del país, Gotemburgo es una urbe verde salpicada de numerosos parques de todos los tamaños. Muchos de los parques datan del siglo XIX, incluido Kungsparken, que rodea el canal del centro de la ciudad. Si está más interesado en los parques de atracciones, dirígete a Liseberg, donde se divierten las familias locales.
Gotemburgo, la ciudad portuaria más grande de Escandinavia, también cuenta con un importante festival de cine, así como numerosos festivales de música durante todo el año. ¿Hambriento? Prueba un haga bulle, un gran rollo de canela en Haga, un barrio conocido por sus pintorescas casas de madera.
Por último, es un gran centro artístico en Suecia, con esculturas llamativas en sus calles y numerosas galerías de arte.
Conocer cómo viven los reyes en el palacio de Drottningholm
El Palacio (o castillo) de Drottningholm, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, es la residencia de los reyes de Suecia, lo que lo convierte en un edificio increíblemente importante y de valor cultural que ver en Suecia.
La inmensa estructura fue construida en el siglo XVII y es uno de los palacios reales mejor conservados de su época. Aunque no puedes visitar la parte donde vive la realeza, sí podrás husmear por los magníficos terrenos de los alrededores, incluyendo un parque bellamente cuidado, un increíble pabellón chino y un sofisticado teatro palaciego.
El teatro, del siglo XVIII, es el mejor conservado de Europa y el único en el mundo – de esa época – que todavía utiliza maquinaria escénica con regularidad. Si lo visitas en verano, quizás puedas asistir a una actuación.
Visitar Malmö
Malmö, la tercera ciudad más grande de Suecia, es una urbe en la que lo nuevo se mezcla con lo viejo. Su parte histórica medieval combina a la perfección con un paisaje plagado de edificios modernos y contemporáneos.
Pasea por su maravilloso casco antiguo (Gamla Stoden) y sus tres plazas principales: Stortoget, Lilla Torg y Gustav Adolfs Torg. En el casco antiguo también encontrarás el castillo Malmohus Slott.
Esta ciudad multicultural, con 150 etnias, está unida a través del puente de Oresund con Dinamarca.
Otra atracción imperdible es el Torso Giratorio, una obra maestra arquitectónica de 190 metros de altura, lo que lo convierte en uno de los edificios más notables que ver en Suecia.
Bailar en el bosque de los trolls de la isla de Öland
Si estás buscando un lugar misterioso que ver en Suecia, te invitamos a tomar un barco.
Un bosque encantador se encuentra en el extremo norte de la estrecha isla de Öland, frente a la costa este de Suecia.
Los fuertes vientos del Mar Báltico han deformado árboles que cuentan con más de dos siglos de vida, mientras que la hiedra trepadora se agarra a sus troncos para realzar la sensación estar contemplando un lugar mágico. Se dice que algunos trolls danzan y festejan aquí por la noche.
Completa tu viaje a esta zona con una visita a la playa rica en fósiles de Neptuni Åkrar, que cuenta con un túmulo funerario de la época vikinga y círculos de piedras.
Tampoco debes perderte las ruinas del castillo de Borgholm. Este fabuloso palacio barroco de mediados del siglo XVII fue destruido por un incendio en el 1806, quedando solo en pie su estructura externa e interna, formada por paredes de roca caliza. En los meses de verano, los campos de alrededor se llenan de flores azules, proporcionando un toque de color en un paisaje monocromático.
Artículo escrito por David Escribano de Viajablog