De entre todas las formas de viajar que existen, solo una minoría de viajeros eligen hacerlo en moto. Tendemos a evitar este vehículo pensando sobre todo en un par de inconvenientes, que es demasiado peligroso y más incómodo que otros medios de transporte como el coche, autobús, avión…
Pero todos aquellos que regresan de hacer un largo viaje en moto tienen una percepción completamente diferente sobre este vehículo, mucho más positiva. En este reportaje nos vamos a centrar en eso otro punto de vista. Para ello hemos resumido en estos 7 puntos los motivos por los que explorar el mundo sobre dos ruedas es una forma única de viajar que puede cambiarte para siempre. ¡Ponte el casco, hazte con tu seguro de viaje internacional y sube a la moto que arrancamos!
Contenidos
Descubrir rincones ocultos
En moto es mucho más fácil alejarse del asfalto que en cualquier otro vehículo. Apenas encontrarás límites en las rutas que puedes tomar, pues al ser un vehículo mucho más ligero y manejable que otros puedes atreverte con rutas embarradas o de piedras. Es entonces cuando te adentras por esos caminos poco transitados cuando se llegan a lugares mágicos llenos de sorpresas que no suelen aparecer en las guías de viajes. Terminarás conociendo a personajes muchos más auténticos que los que encontrarás en los lugares turísticos a los que se llegan por perfectas autopistas.
Sentirse vivo
Viajar en moto es exprimir todos tus sentidos al máximo porque sin la protección que te ofrecen otros vehículos como el coche, el bus o el avión, experimentarás realmente los lugares que visitas. Ese fuerte contacto con la naturaleza de allí donde llegues como el frío en las montañas de Nepal, la humedad de Camboya, el viento de la Patagonia o el sofocante calor de los desiertos de Namibia te harán recordar para siempre cada rincón del planeta sobre el que estuviste viajando, son memorias perennes que quedarán grabadas y que no se olvidaran nunca por mucho que pasen los años.
Conocer a muchas más personas
El viajero en moto siempre lleva consigo ese áurea de romanticismo y aventuras que genera mucha atracción y que ayuda a que las puertas de las casas de los lugareños se abran de par en par para ti. Cada vez que llegas con tu moto a un nuevo lugar verás cómo las miradas de la gente se dirigen hacia a ti, y casi siempre que pares algún curioso se acercará a preguntarte de dónde vienes, cuantos países visitaste o cuánto tiempo llevas viajando. Hacer un viaje en moto por el mundo es lo que podríamos decir un sueño innato para la mayoría, por eso que es normal que muchos quieran participar colaborando con tu travesía ofreciéndote un lugar caliente para dormir en sus casas o que te inviten a comer para recuperar fuerzas.
Sentimiento de libertad
Pocas experiencias pueden hacerte sentirte realmente libre como cuando pones tus manos sobre el manillar de una moto y aceleras. El viento en la cara, el movimiento de todo aquello a tu alrededor, dejar atrás todos los problemas que te estresaban y ver como una puesta de sol te sorprende en una ruta en mitad de ninguna parte y que te invita a parar y abrir la tienda de campaña para pasar la noche. Cada día que termina en la ruta se experimenta una conexión especial con el planeta y te vas a dormir disfrutando la libertad.
Vivir simple
Los viajeros en moto son embajadores del minimalismo, el poco espacio para equipaje les obliga a vivir con lo justo y necesario. Se aprende a ser menos materialista y se empieza a apreciar todo aquello que el mundo nos ofrece a cada momento y que constantemente nos rodea pero que muchas veces nos olvidamos de apreciar cuando vivimos en la rutina de una ciudad. Después de terminar un viaje largo en moto el viajero estará más interesado por una puesta de sol o una conversación con alguien de una cultura diferente que por comprar un nuevo y más grande televisor para su casa.
Viajar en moto rejuvenece
La moto es un vehículo que te expone al peligro, realmente no podemos engañarnos y hay que aceptar que los riesgos son mucho más altos en una moto que en cualquier otro vehículo, pero es esa misma sensación de sentirse vulnerable y de subidón de adrenalina lo que te hará valorar cada segundo que estés con tus manos sobre el manillar. Vivirás el momento sin pensar demasiado en el futuro y cuando eso pasa ya no importa la edad que tengas porque tu espíritu se sentirá siempre joven.
Te conoces a ti mismo
En un largo viaje en moto serán muchas las horas que estarás tu solo con tus pensamientos dentro de tu casco. Es un inmejorable contexto para la meditación porque no habrá nadie que te moleste y puedes emplear mucho tiempo a reflexionar sobre las experiencias que estás viviendo en tu viaje, recapacitar sobre tus prioridades. Ese tiempo que te estás dedicando a ti mismo hará que una vez que acabes un viaje en moto sepas mejor quién eres y qué quieres en la vida.
Quizás ahora, después de leer este artículo hayamos derrumbado muchos de los tópicos que te impedían a pensar en la moto como tu forma de viajar y te hayamos convencido para elegir este vehículo para tu próximo viaje. Solo tienes que contratar tu seguro IATI y dejar que nosotros estemos allí para solucionar cualquier inconveniente que surja, tú solo preocúpate de sentir el viento en la cara.
Texto y foto por Around Gaia