Lituania es uno de los países de Europa que menos vende a nivel turístico. La gente sale a viajar y quiere visitar París, Roma, Atenas, Berlín, Barcelona… Las grandes capitales se llevan toda la fama, pero, todo hay que decirlo, hay también otras que tejen la lana.
Los países bálticos son una buenísima opción para visitar por diversas razones. Estos son países que no suelen estar masificados por el turismo, en el caso de Lituania y Letonia los precios son más bajos que en otras partes de Europa, tienen muchos parques nacionales y una historia interesantísima, son muy cambiantes y ofrecen actividades muy diversas en función de la época del año en la que los visites y además son pequeños, por lo que se recorren en pocos días.
Por si todo esto fuese poco, a nivel cultural la herencia es riquísima. Lituania fue durante el siglo XIII un ducado independiente, llegando a ocupar territorios que alcanzaban el mar Negro. A finales del siglo XIV Lituania era el país más grande de Europa. En el siglo XVIII pasó a formar parte de Rusia hasta ser invadida por los alemanes y posteriormente declararse independiente en 1918. Ahí comenzaron una serie de invasiones convulsas, donde el país fue invadido primero por los soviéticos, posteriormente por los alemanes y, finalmente, otra vez por los soviéticos, momento en que fue adherida a la URSS.
Lituania pasó a ser una de las zonas más prósperas de la antigua URSS, pero del mismo modo, el país fue la primera república de la Unión Soviética que proclamó su independencia en 1990.
Lituania merece ser conocido, eso sin duda. Por eso desde IATI, líderes en seguros de viaje online, te traemos una propuesta con un itinerario para una semana de viaje que estamos seguros de que te encantará. ¿Te vienes con nosotros?
Algunas curiosidades sobre Lituania
Antes de presentarte el itinerario de una semana por Lituania, queremos darte ganas de más, así que te dejamos una lista de curiosidades sobre el país que quizás no había escuchado antes:
- Lituania está, geográficamente, en el centro del continente europeo.
- Su idioma, el lituano, es uno de los más antiguos de Europa y el más parecido al sánscrito de los que se conservan.
- Tienen una palabra de 37 letras, impronunciable para cualquiera de nosotros: nebeprisikiškiakopūsteliaujantiesiems. Aunque su uso ya no es común, esta palabra define a un grupo de personas que solían ir al bosque a recoger acederas de madera pero que ya han dejado de hacerlo.
- Un tercio del país es propiedad de la naturaleza. Es decir, son parques naturales, reservas o zonas protegidas.
- El baloncesto es el deporte rey en Lituania, y de hecho, su selección es una de las mejores en los campeonatos europeos y mundiales.
- En Lituania es muy común comer la pizza… ¡con mucho ketchup y salsa de ajo por encima!
Contenidos
Día 1 en Lituania: Vilnius
La capital de Lituania se merece al menos un día completo en el itinerario de una semana en el país. Por la mañana, aprovecha para visitar la ciudad vieja (el casco histórico). Si vas con el tiempo justo, puedes hacer un tour guiado para visitar los puntos más emblemáticos y tener una idea general de los mismos, ya que esta parte de la ciudad es Patrimonio de la Humanidad.
No te pierdas la visita a la universidad, la más antigua de los países bálticos, fundada en 1579. Sigue después hasta la plaza de la catedral, punto frecuente de reuniones y visita la Catedral de Vilnius, el icono católico más importante de Lituania, que ofrece unas vistas preciosas desde la torre. La iglesia de Santa Ana es otro de los monumentos más representativos, y por supuesto, no puedes dejar de recorrer calles como Stikliu y Zydu, que antiguamente pertenecían al gueto judío. Si te sobra tiempo y eres de los que adoran los mercadillos, en la zona vieja (Pilies Gatve, 6) hay un mercado de segunda mano donde podrás encontrar reliquias de todo tipo de la época comunista.
Por la tarde tienes que adentrarte en Užupis, el barrio artístico más bohemio de Vilnius (que se ha autoproclamado república independiente) donde encontrarás graffitis, galerías de arte y un sinfín de restaurantes con encanto en este itinerario de una semana por Lituania.
A continuación, sigue hacia el Castillo de Gediminas. Ubicado en una colina ofrece una vista muy bonita del casco antiguo.
Por último, si buscas calles con tiendas, restaurantes y animada vida local, puedes pasarte por la calle Pilies Gatve (la del mercadillo) o Pilies Vokieciu.
Si te sobra tiempo o alguna de las visitas anteriores no te llama tanto, puedes visitar el Museo de la KGB, ubicado precisamente en la antigua sede de la policía secreta de la Unión Soviética. Las personas que no estaban de acuerdo con el régimen no solo fueron sometidas a tortura, sino que más de 700 de ellos fueron asesinados en el sótano o en la cámara de ejecución, y enterrados en fosas comunes en lo que ahora es el Parque de la Paz Tuskulenai.
El día 2 del itinerario de una semana en Lituania tiene la mañana dedicada a Kernavė, la capital medieval del país, que también es Patrimonio de la Humanidad. Sin embargo, no esperes una arquitectura medieval bien conservada, ya que casco antiguo fue construido en madera y apenas queda nada de él:
Allí cerca, al lado de la aldea de Purnuškės se encuentra el centro geográfico de Europa. Si bien no es mucho más que un monumento conmemorativo con banderas y un centro de visitantes, queda de camino y resulta interesante.
Por la tarde, la ruta continua para visitar el histórico Castillo de Trakai, uno de los monumentos más famosos de Lituania, que se encuentra en una isla del Lago Galvé y que fue mandado construir en el Gran Duque de Lituania Kestutis en el s. XIV.
Día 3 en Lituania: Kaunas
El día 3 comienza con un recorrido por Kaunas, la segunda ciudad más importante de Lituania, más pequeña que Vilnius, pero llena de vida, de arte callejero y de trolebuses de colores.
Kaunas fue la capital de Lituania desde 1919 hasta 1940, mientras Vilnius estaba ocupada por los polacos. Al convertirse en capital casi de la noche a la mañana, se produjo un auge de la construcción a principios de los años 20 que se tradujo en un buen número de preciosos edificios Art Deco.
El primer día en Kaunas hay que caminar y caminar, para hacer algunas de las visitas imprescindibles en el itinerario:
- Castillo de Kaunas, el primer castillo de ladrillo del país y la fortaleza defensiva más grande de su momento.
- Iglesia de Vytautas el Grande.
- Palacio Histórico Presidencial, donde hay un museo interactivo que ayuda a comprender la historia de la ciudad.
- Ayuntamiento, llamado “Cisne Blanco” por su color.
- Monasterio de Pazaislis, una joya del barroco.
- Casa de Perkūnas, una construcción en ladrillo rojo dedicado a Perkūnas, dios del fuego.
Si te gustan las cosas frikis, en Kaunas está también el Museo Žmuidzinavičius, conocido como el Museo del Diablo, dedicado a coleccionar y exhibir esculturas y figuras de demonios de todo el mundo.
Desde el museo, puedes subir una colina, en teleférico o caminando, hasta la Iglesia de la Resurrección de Cristo para disfrutar de vistas de 360 grados sobre la ciudad.
Día 4 en Lituania: Kaunas
Por la mañana del cuarto día de tu itinerario de viaje por Lituania, te recomendamos visitar el Complejo Memorial del Noveno Fuerte, usado como instalación militar hasta el final de la Primera Guerra Mundial y transformado después en una prisión de trabajos forzados. Durante la ocupación soviética entre 1940 y 1944, los prisioneros fueron transferidos a través del fuerte camino a los campos de trabajo de Siberia. Durante la ocupación nazi de Lituania, hasta 50.000 personas fueron asesinadas allí.
Por la tarde, y para cambiar de aires, si tu viaje por Lituania es entre septiembre y junio, no puedes dejar de incluir en tu itinerario un partido de baloncesto del Žalgiris Kaunas, el mejor equipo de Lituania.
Día 5 en Lituania: Klaipeda
La ciudad de Klaipeda cuenta con un acogedor puerto que en verano se llena de cruceros y turistas buscando recorrer el pintoresco casco antiguo. Antiguamente era un punto muy importante de intercambio comercial con Alemania.
Klaipeda tiene una zona vieja muy diferente a la de Vilnius o Kaunas, con una arquitectura de gran influencia alemana, donde destaca especialmente la plaza principal. Pero la ciudad cuenta con otros atractivos para ocupar un día completo del itinerario de una semana en Lituania:
- El Dane Park, con su precioso paseo la lado del río.
- La ruinas del Castillo de Memel (siglo XIII).
- El parque de las esculturas.
- El puente móvil y la escultura del Fantasma Negro.
- Friedrich Passage, la animada calle de restaurantes y cafés.
Día 6 en Lituania: Istmo de Curlandia
Enfrente a Klaipeda se encuentra el Istmo de Curlandia, uno de los lugares más atractivos de Lituania y que sin duda tiene que estar incluido en el itinerario de una semana.
A Smiltyne, el primer pueblo del istmo, solo se puede llegar en ferry. Es un punto de partida ideal para los que busquen rutas de senderismo o ciclismo y también para los que quieran atravesar el istmo hasta el otro lado para encontrarse con las playas del Báltico o preciosas dunas.
Toda la franja del istmo que pertenece a Lituania es el Parque Nacional de Neringa y si puedes, merece la pena quedarse un par de días. Los pueblitos hasta llegar a Nida, donde está la frontera bielorrusa del istmo, tienen casas de madera de distintos colores.
No te pierdas el sendero desde Juodkrantė que conduce hasta La colina de las brujas (Raganu Kalnas), un área boscosa llena de casi 100 esculturas de madera tallada que ilustran cuentos populares lituanos.
Día 7 en Lituania: Colina de las cruces
El último día del itinerario de una semana en Lituania termina haciendo el camino de regreso a Vilnius, pero no sin antes detenerse en la Colina de las Cruces, un santuario a 12 Km de la ciudad de Šiauliai.
Este lugar es una colina en la que gran número de cruces han sido colocadas a lo largo del tiempo por creyentes y fieles. Aunque no seas religioso merece la pena hacer una parada porque el lugar es realmente impactante.
Y finaliza el viaje con el regreso a la capital. Esperamos que esta ruta de 7 días por Lituania te inspire para conocer un país que se merece más pero no menos. Si te animas a visitarlo, ¡cuéntanos qué tal fue la experiencia!
Artículo escrito por Eva Abal, de Una idea, un viaje