La Costa Azul francesa es una de las regiones más exclusivas de Europa. Al glamour de ciudades como Niza y Cannes, se le unen coquetas playas y pueblos con encanto, por lo que es el destino estrella de cientos de famosos. Ubicada en el Mediterráneo, su clima es envidiable durante todo el año, por lo que es una escapada perfecta incluso en los meses de otoño e invierno. Por ello, en IATI vamos a contarte con todo lujo de detalles qué ver y qué hacer en la Costa Azul.
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Viajar a Francia en tiempos de covid-19
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1. Niza
Una ruta por la Costa Azul, también conocida como la Riviera Francesa, no estaría completa sin una visita a su capital. Niza es una de las ciudades más cosmopolitas y activas culturalmente hablando de toda Francia. Por ello, nuestro consejo es que no le dediques menos de un día.
Una buena idea es comenzar por el Paseo de los Ingleses (Promenade des Anglais), su paseo marítimo y, sin duda, la avenida más conocida. Después, dirígete hacia la Plaza Massena antes de perderte por las callejuelas de la Vieja Niza. Sería un verdadero pecado que te fueses sin visitar el Musée Matisse, que guarda algunas de las obras más emblemáticas del artista, que él mismo eligió y donó al ayuntamiento de Niza. Para finalizar, sube a la Colina del Castillo para disfrutar de las maravillosas vistas de la ciudad.
Si tienes más tiempo, resérvatelo para visitar la Villa Ephrussi de Rothschild, también conocida como la villa Île-de-France, que se sitúa a pocos kilómetros de Niza. Construida a comienzos del siglo XX por la baronesa Béatrice de Rothschild es una de las mansiones más suntuosas que ver en la Costa Azul. En ella destacan los 9 jardines que la rodean, cada uno con un estilo diferente.
2. Cannes
Seguro que ya has oído hablar de ella gracias a su conocido festival de cine, pero Cannes es, por muchas otras razones, uno de los imprescindibles que ver en la Costa Azul francesa. Solo tienes que caminar por la Promenade de la Croisette para darte cuenta. En esta avenida junto al mar se sitúan imponentes hoteles de lujo, tiendas de famosos diseñadores, joyerías para multimillonarios y también el teatro que la hecho conocida alrededor del mundo.
No te quedes aquí, descubre Le Suquet. Este es el barrio antiguo de Cannes, donde radica su núcleo fundacional y también gran parte de su encanto. Ubicado en una colina, lo mejor es vagar sin rumbo por sus empinadas calles hasta llegar al Museo de la Castre. Aquí están las ruinas del antiguo castillo medieval.
3. Islas Lérins
Otra de las cosas que hacer en la Costa Azul es pegar el salto en barco a las Islas Lérins. Ubicadas más o menos frente a Cannes, son un grupo de cinco islas, de las cuales solo dos están habitadas: la Isla Santa Margarita y la San Honorato. A sus encantos naturales, se les unen haber sido importantes lugares para la historia de Francia. Por ejemplo, en la primera se encuentra el Fuerte de Santa Margarita, construido por la orden de Richelieu. Este sirvió de prisión y hoy en día alberga un museo de arqueología submarina. Además, también se muestra la supuesta mazmorra del misterioso hombre de la máscara de hierro.
Por su lado, la de San Honorato es una pequeña isla de 40 hectáreas habitada por los monjes cistercienses desde el siglo XII. En ella podrás ver la preciosa Abadía de Leríns, así como disfrutar de los deliciosos caldos de sus viñedos. Sin duda, un verdadero remanso de paz en tu ruta por la Costa Azul.
4. Saint-Tropez
Pero si hay un sitio donde ver ese lujo que ha hecho conocida a esta costa ese es Saint-Tropez. De pueblo pesquero ha pasado a ser uno de los rincones más ostentosos y también uno de los lugares con más encanto de la Riviera Francesa. Algo que hacer en la Costa Azul es pasear por su puerto deportivo y alucinar con los yates, pero lo mejor de Saint-Tropez son las fachadas en tonos pastel de sus casas, que tienen un aire a las de la ya vecinas de Italia. Una buenísima idea para acabar el día es subir a la Ciudadela, desde la que se tienen unas vistas fabulosas.
Aun así, muchos hacen base en este pueblo de la Costa Azul para disfrutar de las playas de los alrededores. Si tenemos que recomendarte una es la de Pampelonne, elegida por el director Roger Vadim para rodar “Y dios creó a la mujer” en 1956. En esta película podíamos ver a una jovencísima Brigitte Bardot en bikini, haciendo que cientos de mujeres empezasen a vestir esta prenda.
5. Antibes
Si Saint-Tropez es conocido por su puerto, el de Antibes tampoco se queda corto, pues cuenta con el mayor puerto deportivo de Europa, en el que reposan más de 2.000 embarcaciones. Además de darte un paseo por él, te recomendamos que recorras el casco antiguo, con un bonito trazado medieval en el que destaca el Mercado Provenzal. Este es un precioso mercado cubierto es uno de los más grandes de Francia y en él podrás hacerte una idea de la riqueza gastronómica de la Riviera Francesa.
Por otro lado, este pueblo te ofrece una de las cosas más interesantes que hacer en la Costa Azul: la visita al Museo Picasso de Antibes. Ubicado en el Castillo Grimaldi, alberga una de las mejores colecciones del artista malagueño. Fue aquí donde tuvo uno de sus talleres, en el cual creó 22 paneles para el palacio, 23 pinturas y 44 dibujos.
Situada junto a la costa, a Antibes también se viene a disfrutar del mar. La playa de la Gravette es una de las más bonitas del llamado Cap d’Antibes.
6. Grasse
Otro de los imprescindibles que ver en la Costa Azul es Grasse, ciudad conocida por ser la capital mundial del perfume. No en vano, en ella tienen su sede una cuarta parte de los perfumistas de todo el mundo y, por ello, fue aquí donde se adaptó al cine la novela “El Perfume” en 2006. No te resultará raro que, además de disfrutar de sus encantadores callejones medievales, lo más aconsejable sea visitar una de estas perfumerías (Fragonard es la más conocida) y el Museo Internacional del Perfume.
7. Más cosas que hacer en la Costa Azul
Como ves, hay mucho que hacer en la Costa Azul. Nuestro consejo es que le dediques al menos una semana a este rincón de Francia, pero, si tienes más tiempo, no te van a faltar atractivos. Por ejemplo:
- Menton: poco tiene que envidiar este pueblo a los anteriores. Camina por la Rue Saint Michel antes de dirigirte al puerto, desde donde se obtienen las mejores vistas de la ciudad con sus características casitas de colores.
- Peillón: dirígete al interior para descubrir este pueblo medieval en las faldas de una montaña.
- Isla Porquerolles: la más grande de las tres îles d’Hyères te brinda un precioso paisaje provenzal, pequeñas calas de aguas turquesas y arena blanca poco masificadas y extensos viñedos que prometen buenos caldos. Un fuera de ruta que hacer en la Costa Azul.
- Gorges du Verdon: si quieres escapar del asfalto, explora esta reserva natural compuesta por las gargantas del cañón del río Verdon. Lo mejor es el kayak y así le darás un toque aventurero a esta ruta por la Costa Azul.
- Mónaco: seguro que tienes ganas de dar un paseo por Montecarlo, curiosear el Palacio de los Príncipes de Mónaco o conocer su lujoso puerto.
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