Si no conoces a Dani y Jota, los creadores del mítico blog de viajes “Marcando el Polo“, e probablemente hayas estado lejos de las redes los últimos 10 años. Este es el tiempo que estos dos grandes viajeros llevan recorriendo el mundo y compartiéndolo a través de su blog, redes y libros, y creando preciosos proyectos como el “Eliminando Fronteras” que les llevó a cruzar medio mundo haciendo autostop. Hoy compartimos un rato de charlas con ellos para conocerlos un poco más de cerca.
¿Cuándo y cómo nació “Marcando el Polo”?
Marcando el Polo nació ante la necesidad de mostrar lo que los medios ignoran, especialmente después de nuestro primer viaje a Irán, y para demostrar que viajar no necesariamente es tan caro como muchos creen.
Abrimos el blog después de cuatro años de vida nómada, en los que fuimos respondiendo muchas dudas de amigos (y de amigos de amigos) sobre viajes, destinos, Working Holiday y miedos en general. Decidimos publicar toda la información que teníamos para poder ayudar a más gente a descubrir que hay todo un mundo allá afuera esperando a ser descubierto.
¿Naciste con ese espíritu viajero o fue algo que descubriste poco a poco?
En mi caso (Jota) puedo identificar el espíritu viajero desde chico, cuando mi abuela me regaló un atlas a mis siete años y yo jugaba a aprenderme todas las banderas, desde ese momento ya imaginaba cómo serían esos países que más me atraían por el diseño de sus banderas; pero la curiosidad fue creciendo a medida que íbamos descubriendo nuevos destinos. Con los primeros pasos por Asia nos pasó algo que nos marcó: cuanto más viajábamos, más nos dábamos cuenta de cuánto desconocíamos, y las ganas de ver qué hay más allá siempre fueron aumentando.
El visado Working Holiday Visa fue, de cierta manera, la llave que abrió la puerta de esta vida viajera que ahora lleváis pero ¡tenías billete de vuelta para al cabo de tres meses de partir! ¿Qué fue lo que os hizo cambiar de opinión y seguir con esta aventura que os llevó a recorrer el mundo?
El billete de regreso a los tres meses era nuestro cable a tierra: era la seguridad de saber que si las cosas no funcionaban, teníamos donde volver. Creemos que eso fue lo que nos hizo vencer el miedo a dar el salto y animarnos. Pero a la semana de llegar a Nueva Zelanda con la Working Holiday, decidimos que ese pasaje de regreso no lo utilizaríamos, porque nos habíamos dado cuenta de que viajar no era tan imposible. Estábamos conociendo gente de rincones del mundo que ni siquiera sabíamos que existían, y nos iban nutriendo con su experiencia de vida. También conocíamos a otros viajeros que nos demostraban que se podía, y nos fueron abriendo la mente (y las puertas del mundo que creíamos cerradas).
Libros, charlas… No paráis nunca, pero el primer gran proyecto que recordamos es “Eliminando Fronteras”. Habladnos un poco de él para los lectores que aún no lo conozcan.
El proyecto “Eliminando fronteras” fue el más ambicioso que hicimos hasta ahora, en el cual nos propusimos cruzar Asia de punta a punta en autostop, desde Filipinas hasta Turquía, para demostrar que el mundo está lleno de gente buena, solo que no nos enteramos porque una sonrisa hace menos ruido que una bomba.
Fueron tres años viajando por 24 países, en los que nos subimos a más de 900 vehículos de extraños y nos alojamos en cientos de casas de familias que nos abrieron sus puertas. Al contrario de lo que quienes se hacían llamar “realistas” nos decían, nadie nos quiso matar, ni nos quiso robar, ni nos quiso hacer daño, sino todo lo contrario, en ese viaje encontramos la hospitalidad más pura. Algunos dicen que fue suerte, pero nosotros estamos convencidos de que eso es más parecido a la realidad del mundo en el que vivimos.
Muchos viajeros recorren y comparten a través de sus blog los detalles del Sudeste Asiático, pero gracias a vosotros muchos hemos podido descubrir y enamorarnos de Asia Central. ¿Os esperabais lo que ahí encontrasteis? ¿Qué es lo que más os gusto y sorprendió?
Asia central nos llamaba muchísimo la atención por el desconocimiento que hay, y el poco turismo que recibe. Viajamos por esta zona para ponerle caras, nombres e historias a lo que hasta ese momento era para nosotros, como para gran parte del mundo, un “blanco en el mapa”. Al tener tan poca influencia extranjera, son países muy puros, en donde uno experimenta un choque cultural intenso, que nos demuestran que todavía hay muchos lugares que no están invadidos por el turismo que solo busca una foto bonita. Después de varios meses por la región, dejó de ser “la zona de los stán” con países que ni siquiera podíamos pronunciar, para convertirse en “Uzbekistán, el país con la arquitectura más impactante que hayamos visto; Tayikistán, donde la hospitalidad es un orgullo y un deber; Kirguistán, país de nómadas y montañas; Kazajistán, la estepa interminable…”, y la lista sigue.
Nos sorprendió negativamente (porque viajar no es solo ver el lado bonito de las cosas) el rol de la mujer en Asia Central. Uno tiende a hablar normalmente sobre la desigualdad entre el hombre y la mujer en Irán, porque es algo que se nota a simple vista al ver la vestimenta, pero en Asia Central es mucho más grave porque está normalizado, empezando por los “secuestros de esposas” para casamientos forzados que se justifican bajo la excusa de la “tradición”. Si el problema no se detecta, no se puede trabajar para erradicarlo.
Luego está Irán, del que en mucho lugares hablan como “Centro del Eje del Mal” pero del que vosotros nos transmitisteis miles de cosas buenas ¿Cómo es pueblo iraní?
Irán fue el país que cambió nuestra forma de ver el mundo, y el que sembró la semilla para que tiempo después nos decidiéramos a emprender el proyecto “Eliminando fronteras”.
Fuimos a Irán cuando éramos muy chicos, con 20 (Dani) y 22 años (Jota). Las reacción de familiares y amigos cuando contamos que iríamos a Irán fue muy negativa: “¿Por qué a Irán? ¿No podían elegir un país más normal? ¿Están seguros que se van a sentir cómodos? Ustedes nos saben cómo tratan a las mujeres ahí”. Y ellos tampoco lo sabían, porque todos los que nos querían hacer cambiar de planes hablaban desde del desconocimiento, ya que ninguno había estado en Irán.
Fue en Irán donde vivimos una hospitalidad como nunca imaginamos que podría existir, al punto de que se pelearan entre ellos para alojarnos o convidarnos una comida. Por momentos fue agotador, también lo reconocemos, pero esto nos enseñó como ninguna experiencia que habíamos tenido antes, a que no se puede juzgar sin conocer. Fue ahí cuando sentimos la necesidad de contarlo, para darle voz a los pueblos que fueron obligados a callar.
Y, ya que hablamos de destinos, ¿Cuál es vuestro top 3? Esos tres lugares que os robaron el corazón cuando los visitasteis.
Es muy difícil definirlo en destinos, porque a veces no se trata de lugares en concreto sino de personas, como los kurdos en Irán y Turquía, los hmong en Laos o los uigures en el oeste de China; pero si tenemos que elegir los tres países que están más marcados en nuestros corazones, son Irán, Malasia y Turquía.
¿Estáis preparando ya otro viaje?(¡queremos saber los detalles!)
Siempre; terminar un viaje es la motivación para planear el siguiente. De momento estamos trabajando sobre un nuevo proyecto, esta vez en dos ruedas: queremos recorrer los países árabes en bicicleta. No hay más detalles al momento porque estamos en plena etapa de preparación.
“Eliminando Fronteras” y “Un viaje interior” son dos libros que deberían estar en la estantería de cualquier viajeros amante de la lectura. Para el que todavía no haya podido hacerse con un ¿qué encontrarán ahí diferente al blog?
Los formatos cambian, por lo que la redacción no es comparable; leer un blog es como hacer un viaje en avión, leer un libro es hacer el mismo viaje, pero a pie. Los libros son un intento de homenaje para quienes se tomen el tiempo de sentarse a leer, algo que en esta era de la inmediatez, el apuro y el bombardeo de distracciones, es cada vez más necesario.
Un viaje interior es el libro que escribimos para ayudar a quien lo lea a pasar de la motivación a la acción, inspirado en las preguntas que más recibimos de quienes necesitan un empujón para empezar ese viaje que tanto sueñan. En el libro están nuestro comienzos y todo lo que atravesamos emocionalmente para que ese viaje que en principio creímos sería de tres meses se convierta en un estilo de vida. Un viaje interior es, fundamentalmente, una declaración de principios que hace sentir identificado a los que saben que la vida es un viaje.
Eliminando fronteras te lleva de viaje a dedo desde Filipinas hasta Turquía, enfocado principalmente en la gente que no suele salir en los medios pero sin saberlo se convierten en embajadores de la paz. Es acercar los lugares de los que nos sentimos tan alejados, desmitificarlos y romper todos los prejuicios. Es hablar con presos filipinos, exiliados del genocidio jemer, refugiados iraníes y profesores chinos. Es escuchar.
¿Alguna anécdota sorprendente/divertida que se pueda contar?
Nuestra manera de viajar nos lleva a vivir experiencias sorprendentes continuamente, porque eso es lo que buscamos. No viajamos por los lugares bonitos sino por las historias, por eso nos movemos lento, a dedo, intentamos pasar el mayor tiempo posible con locales y vamos a lugares que no le interesan a las guías de viajes ni a los folletos turísticos.
Fuimos acusados de terroristas en Indonesia y Kazajistán; viajamos en la caja de un camión con un cerdo que nos vomitó las mochilas y quiso comernos las piernas; firmamos autógrafos en Indonesia y nos ofrecieran trabajo de modelos; salimos en varias notas de diarios y revistas asiáticas pero sin entender qué es lo que dicen; acampamos frente a la mansión del presidente de Tayikistán y desayunamos con el guardia de seguridad; un camionero solitario en Indonesia se puso mimoso conmigo (si, Jota, no Dani); fuimos invitados a un verdadero ritual de kava (una bebida sedante de las islas del Pacífico) en una pequeña aldea de Fiyi y a incontables casamientos de distintas religiones y celebraciones de minorías étnicas. Muchas de estas experiencias son más divertidas al contarlas que al momento de vivirlas, pero definitivamente todas le dan sentido a este estilo de vida.
¿Viajáis con seguro de viaje? ¿Por qué?
Ahora no hacemos viaje sin seguro médico, pero debemos confesar que esto fue algo que aprendimos a la fuerza. De los diez años que vamos de viaje, hemos tenido períodos con seguro y otros sin. Por supuesto que cuando nos pasó algo, fue cuando no teníamos el seguro vigente, y ahí fue cuando aprendimos. Tuvimos relativa suerte de que haya sido en Filipinas, donde a Dani le entró una basurita en el ojo que le produjo una herida en la córnea y terminó tres días internada, encima durante su cumpleaños. Al ser un país muy barato pudimos pagarlo, pero si hubiese pasado en otro lado, la historia habría sido distinta.
Acá nos ponemos en el rol de madres protectoras y les recomendamos a todos que viajen asegurados. Sabemos que a la hora de planear un presupuesto de viaje puede parecer un importe alto, pero se gana en paz mental.
¿Habéis necesitado en alguna ocasión asistencia médica en viaje o habéis tenido problemas con el equipaje?
Nunca tuvimos problemas con el equipaje, pero sí tuvimos que usar el seguro varias veces en India, Armenia, Italia y Japón por varios motivos: dolor de muelas, problemas ginecológicos, diarrea del viajero, alergias…
¿Qué os gustaría decir a quienes no se han lanzado a descubrir el mundo?
Que no lo piensen tanto, hay un mundo increíble allá afuera que espera ser descubierto, y todavía no conocimos a nadie que se haya arrepentido de haber viajado. El momento ideal nunca llega y tener las respuestas a todas las preguntas es algo imposible, ellas se irán respondiendo solas en viaje. Que viajar no necesariamente es tan caro como nos quieren hacer creer y que el tiempo que tenemos en el Planeta Tierra es limitado. Vivan una vida de la que estén orgullosos; y nunca se queden con la duda de qué habría pasado si se animaban a ir del otro lado del miedo.