11 destinos poco conocidos para viajar en 2019, por bloggers de viajes

Un nuevo año empieza y muchos nos preguntamos ¿A qué destino viajaré es te año? Lejos de querer proponerte esos lugares de los que ya se ha hablado cientos y cientos de veces, esta vez te traemos una lista diferente ¡Hemos consultado a los expertos! 11 grandes bloggers de viajes nos proponen 11 destinos poco conocidos para viajar en 2019 ¿Con cuál te quedas?

VIAJAR EN 2019

1. El Lago Agnes, por Diario de un mentiroso

Mi lugar secreto está en el Parque Nacional de Banff: el lago Agnes, en Canadá. Este lago fue uno de los descubrimientos más bonitos para nosotros en los últimos años. Para llegar allí caminamos cuesta arriba desde el famoso Lago Louise durante poco mas de 2 horas. Rodeados de glaciares, bosques e impresionantes valles, finalmente terminamos deslumbrados ante la majestuosidad de los turquesas de esta maravilla escondida entre paredes rocosas. Lo bueno de este lugar es que la caminata para llegar a él lo protege del turismo de masas. Muchos no saben que Agnes se encuentra aquí y con suerte podréis daros un homenaje de silencio como el que nosotros nos pegamos rodeados de ardillitas juguetonas. ¿Os animáis? Pues ya sabéis, ¡Canadá!

2. Ragusa, Mochileando por el mundo

Todos hemos oído hablar de Sicilia como un gran destino, pero ¿qué hay más allá de Palermo, el Etna y los cannoli? En realidad se desconocen muchos de sus encantos, incluso yo que soy italiana apenas sabía hacer un listado de los lugares más famosos de Sicilia antes de visitarla. Al regreso lo que cuesta es elegir los mejores. Una de esas sorpresas fue Ragusa, en el sur de la isla. ¿Cómo podía una joya así ser tan poco conocida? En concreto nos enamoramos de Ragusa Ibla, la parte antigua de la ciudad, a la que se accede por un camino zigzagueante de escaleras y rampas. Ragusa Ibla te acoge tal como es: alma barroca, aire decadente y rincones maravillosos cada pocos pasos. No te vayas sin probar un helado de pistacho en la heladería “Gelati Divini”. ¡Buon appetito!

3. Zona Arqueológica de Toniná, por Crónicas de una Argonauta

Visitar una zona arqueológica en México sin tener que andar esquivando a grupos de turistas puede ser casi una tarea imposible. Sin embargo, en ese país existen todavía lugares impresionantes que no son comercializados en los paquetes turísticos. Toniná es una de ellas.

La entrada a esta zona arqueológica cuesta tan solo 48 pesos mexicanos (menos de 3€) y recorrer su extensión es una experiencia casi solitaria durante el fin de semana. Además, esta antigua ciudad ubicada en el municipio de Ocosingo fue una de las más importantes del periodo maya. Su tamaño y actividad político-religiosa la sitúan al nivel de Palenque y Bonampak, y su pirámide principal es la más alta de Mesoamérica. Subirla es un ejercicio aeróbico bastante demandante, pero recompensa con unas vistas impresionantes a las montañas y valles chiapanecos.

4. Pueblo fantasma de Kolmasnkop, Around Gaia

En el sur de Namibia y entre las dunas de uno de los desiertos más antiguos del planeta se encuentra Kolmanskop, sin duda el pueblo fantasma más fotogénico para deleitarte con tu cámara de fotos. Esta tierra que podríamos decir se encuentra en mitad de la nada es rica en diamantes y esto atrajo hace un siglo a los magnates de la minería europea construyendo allí esta pequeña urbanización donde llevaron todos los lujos del viejo continente. Pero el desierto con toda su fuerza termino imponiendo su ley, la consecuencia es que aquellos edificios hoy son el escenario de una escena apocalíptica que nos hace fantasear con un mundo después de la extinción de la humanidad.

5. Koh Phra Thong, por Viviendo por el mundo

Koh Phra Thong fue una agradable sorpresa que surgió caprichosamente durante nuestra vuelta al mundo. Tras conseguir la oportunidad de trabajar en un restaurante de playa a cambio de alojamiento y comida, fuimos a parar a esta pequeña isla que incluso muchos tailandeses no conocen. Aquí encontrarás playas tranquilas y desiertas (literalmente… ¡puedes bañarte desnud@!), un fondo marino ideal para hacer snorkel, una naturaleza peculiar (con palmeras tropicales, manglares e incluso una especie de sabana africana) y, lo mejor de todo, unas puestas de sol mágicas. Sin duda uno de los pocos sitios que no están sobreexplotados en Tailandia… ¿El secreto? No hay carreteras, y la única manera de acceder a la isla es en barco privado. Eso sí, los precios son más altos y no hay muchas comodidades: a veces sólo contábamos con 2 horas de electricidad al día. Recordamos con mucho cariño los 17 días que estuvimos allí… nunca habíamos estado tanto tiempo descalzos sin ponernos las chanclas para nada. Simplemente nuestra piel y la arena. ¡Esto sí es comulgar con la naturaleza!

6. La Riviera Albanesa, Viajeros 3.0

Si alguien se pregunta cómo debía ser la costa mediterránea hace unas cuantas décadas, mucho antes de que llegara la burbuja inmobiliaria y el turismo de masas a nuestras playas, la respuesta se encuentra en Albania. Un destino aún por descubrir dentro del circuito europeo y capaz de sorprendernos en cada parada. La llamada Riviera albanesa, con poco más de 100 kilómetros de extensión e incontables playas, se encuentra en el sur del país y está bañada por las aguas del Mar Jónico. Unas aguas completamente transparentes que adquieren unos tonos azules y verdes de ensueño.

Este viaje fue para mí una sorpresa constante. Poder bañarme casi en soledad y en plena temporada alta en playas increíbles como Ksamil, Gjipe o Porto Palermo Beach es un lujazo. Eso sí, aunque el turismo internacional aún no ha aterrizado en Albania, es conveniente evitar el mes de agosto. Se trata del mes oficial de vacaciones de los albaneses y a ellos también les chiflan sus playas.

7. Korčula, por Viviendo de viaje

Durante nuestro viaje por Croacia pasamos un par de días en la bonita ciudad de Korčula, en la isla del mismo nombre. Habíamos leído un poco sobre ella y casi nadie la incluía en su itinerario, pero después de ver algunas fotos ¡no nos pudimos resistir a visitarla! Se trata de una coqueta ciudad medieval amurallada, repleta de entresijos de calles empedradas con mucho encanto. Todavía conserva toda su esencia y no está tan explotada turísticamente como Dubrovnik, cosa que nos gustó mucho. Además se dice y se comenta que el gran viajero Marco Polo nació y vivió en ella, aunque este hecho no está del todo claro, los habitantes de Korčula no tienen duda de ello. Otro dato curioso de la ciudad, es que fue el primer lugar del mundo en abolir la esclavitud.

8. Georgia, por Marcando el Polo

Si antes de conocerla, alguien nos hubiese dicho que Georgia sería uno de nuestros destinos favoritos, no le habríamos creído. Opacada por los grandes atractivos de Turquía, Georgia asoma tímida entre sus montañas y valles, lista para sorprender a quien se deje seducir por su naturaleza o por las pintorescas calles de Tbilisi.

Además: es de fácil acceso, la mayoría de las nacionalidades gozan de una estadía de hasta 360 días sin visado, es apta para el bolsillo mochilero, tiene una gastronomía excelente, gente increíble y todavía no fue descubierta por el turismo masivo. De hecho, cada vez que mencionamos “Georgia”, nos preguntan “¿Georgia? ¿Estados Unidos?

Nuestro mejor consejo es que aprovechen a visitarla antes de que se vuelva un destino masivo; tiene todo el potencial.

9. Rumanía, por El Viaje de tu vida

Cuando comentaba que este año visitaría Rumanía, la mayoría de personas me preguntaron extrañadas, incluso con cara de preocupación, qué se me había perdido allí… La primera visión de Rumanía es la de un país pobre y, aunque es cierto que podemos observar un retraso de varias décadas sobre todo en cuanto a infraestructuras, también se nota el avance y el esfuerzo, liderado por sus jóvenes, por construir un futuro mejor.

Una de las lecciones que aprendes en Rumanía, es la de no guiarte por los prejuicios. Se suele asociar a los rumanos con actividades delictivas, sin embargo, allí te encuentras con la increíble amabilidad y hospitalidad de sus gentes. Y no porque seas un turista, lo que se traduce en dinero, sino porque les han enseñado desde pequeños a ser buenos con los demás personas.

Un país que tiene mucho camino por recorrer en el plano económico, pero que goza de una interesante historia, una fuerte cultura y unas tradiciones muy arraigadas. Un país de contrastes, de increíbles paisajes, de castillos, de tradiciones, de historias y leyendas. Un país que hay que conocer ahora que se mantiene auténtico. Desde su innovadora capital Bucarest a las villas rústicas y castillos de Transilvania, la idílica zona campestre de Maramures, los increíbles monasterios de Bucovina y la cautivadora naturaleza del delta del Danubio. Un viaje del que no esperas nada pero acabas llevándotelo todo…

10. Sipadan, por Más tinta en mi pasaporte

Si buscas un lugar remoto, paradisíaco y poco explotado para sumergirte, sin duda alguna, éste es tu lugar. Sipadan es una isla remota en el archipiélago de Mabul, en Borneo. No hay alojamiento. Los buceadores llegan allí cada mañana para sus inmersiones y regresan a su base. Reconocido por muchos como uno de los mejores puntos de buceo del mundo; nos ofrece también atardeceres de película.

Cada día, solo pueden acceder a él 120 buceadores, así que tendrás que organizar con tiempo tu visita. Las escuelas de buceo de la zona imparten cursos de buceo para todos los niveles, pero aún así, te recomendamos que tengas la titulación Advance para que disfrutes al máximo la experiencia.

En Sipadan y alrededores no se puede hacer mucho más que disfrutar de las vistas… el verdadero interés está bajo el agua.Podrás disfrutar de corales intactos, bancos de jureles que quitan el aliento, pez loro, tiburón punta negra, e incluso tiburón martillo…

En definitiva… ¡Sipadan os regalará unas inmersiones inigualables!

11. Aitutaki, por Inteligencia Viajera

¡Aitutaki es el paraíso hecho realidad donde la masificación no existe! Es uno de los lugares más bellos que he visto hasta el momento dentro de los más de 60 países recorridos. Es un atolón, o sea, un conjunto de islas que forman parte de un mismo arrecife de coral. Los atolones se forman cuando el arrecife de coral crece alrededor de una isla o varias islas volcánicas, a la misma vez que estas se van hundiendo en el océano. Lo que se traduce en la imagen idílica que vas a ver a continuación.
Pero esta no es la única razón por la que este destino se convirtió en uno de los mejores lugares de nuestra vuelta al mundo.  Sus habitantes son simpatíquisimos, la comida es fresca y barata, hay mil actividades que hacer… ¡Y mucho más!