Etiopía, con sus más de 100 millones de habitantes, es un país con una tierra de contrastes naturales, con algunas de las montañas más altas de África y a la vez con zonas por debajo del nivel del mar, grandes zonas de cafetales y por otra parte lugares áridos y volcanes en activo que quitan el aliento. Aunque lo que suele impresionar más al viajero es su riqueza cultural, las tradiciones y costumbres de los etíopes, que no son pocas.
Para que vivas intensamente tu viaje por el país, en IATI Seguros, tu especialista en seguros de viaje, hemos recopilado 10 experiencias que no deberías perderte en Etiopía:
Contenidos
- 1 1. Vivir el “Timkat” en Lalibela
- 2 2. Recorrer las Montañas Simiens
- 3 3. Descubrir los orígenes del hombre: “Lucy”, la famosa Australopithecus
- 4 4. Convivir con alguna etnia del valle de Omo
- 5 5. Probar la “injera “
- 6 6. Ver a pocos metros los cocodrilos del lago Chamo
- 7 7. Disfrutar del ritual del café etíope
- 8 8. Oír el rugido del Erta Ale, uno de los volcanes activos más impresionantes que existe
- 9 9. Conocer la comunicación gestual de los etíopes
- 10 10. Descubrir la curiosa historia rastafari de Etiopía
1. Vivir el “Timkat” en Lalibela
Se trata de la Epifanía etíope, que se celebra cada 19 de enero, una fiesta a lo grande que tiene lugar en una ciudad única del norte del país: Lalibela. O mejor dicho: la “Petra” etíope. Sus antiguas y trabajadas iglesias excavadas en la roca, Patrimonio de la Humanidad, son el escenario perfecto para la celebración y se llenan durante cada enero de peregrinos vestidos de blanco inmaculado y largos paraguas de colores, los de los monjes ortodoxos ataviados con sus mejores vestimentas para conmemorar el bautismo de Jesús en el río Jordán. Más que una ceremonia, es un espectáculo para los sentidos digno de ver y vivir. Si puedes hacer coincidir tu visita a la ciudad en esas fechas, vas a disfrutar de la experiencia.
2. Recorrer las Montañas Simiens
¿Has visto alguna vez monos a 4000 metros de altura? En las Montañas Simiens es posible. Muy cerca de la famosa ciudad de Gondar, abarcan una de las zonas naturales más atractivas del país. En primer lugar porque allí existen unos pináculos de más de 4000 metros de altura con unas formaciones geológicas muy curiosas, y en segundo lugar porque es el hábitat natural de muchos monos (de ahí su nombre).
Si se tiene oportunidad, recomendamos hacer un trekking por estas montañas. Para llegar a ellas, lo mejor es contratar un coche con un conductor local que conozca la zona y haga a la vez de guía.
3. Descubrir los orígenes del hombre: “Lucy”, la famosa Australopithecus
¿Recuerdas cuando en tu clase de historia se habló de “Lucy”? Se trata del esqueleto femenino más antiguo que se ha encontrado completo en el mundo, tiene 3,2 millones de años y el lugar donde se hizo tal descubrimiento fue en el sur de Etiopía. Concretamente en el valle del Omo, una zona próxima a un río llamado Omo, muy cerca de las fronteras de Kenia y Sudán del Sur. Curiosamente, en el mismo lugar donde se encontró el esqueleto viven diversas etnias que mantienen una forma de vida muy parecida a la que tenían nuestros antepasados hace miles de años.
El esqueleto de Lucy no se encuentra en ese lugar, pero se puede visitar en el Museo Nacional de Etiopía de Addis Abeba, la capital del país.
4. Convivir con alguna etnia del valle de Omo
En el valle del Omo, existe una gran diversidad de etnias, cada una con una cultura, lengua y costumbres propias. Este hecho hace de esa zona una de las más ricas culturalmente del país y del mundo. Por eso, en tu viaje a Etiopía, recomendamos dedicar unos días para llegar al valle del Omo con un 4×4 y montar la tienda de campaña en alguno de estos poblados para conocer el día a día y las costumbres de algunas de estas etnias.
La mejor manera de llegar hasta allí es contratar un coche con conductor que haga de guía. Una vez allí, siempre hay algún miembro del poblado que, aparte de hablar la lengua propia de la etnia, también habla amárico (la lengua oficial etíope) y puede hacer de traductor del resto del poblado, para así poder tener alguna conversación con ellos.
5. Probar la “injera “
La injera es el plato en mayúsculas de Etiopía, el más conocido, tradicional, completo y casi el único. Se trata de una gran masa redonda hecha de harina fermentada de tef, un cereal local. Una vez cocinada se añade encima diversas salsas hechas con verduras, legumbres y carnes. Es un plato para varios comensales (las dimensiones son enormes) o para una familia y se come con las manos, cogiendo la salsa con un trozo de masa. Está muy buena, aunque lo cierto es que si cada día comes este plato, puedes acabar deseando encontrar un restaurante de fast food al estilo más occidental.
6. Ver a pocos metros los cocodrilos del lago Chamo
El lago Chamo, situado en el sur del Parque Nacional Nechisar (el sur del país), es el hábitat ideal para los cocodrilos e hipopótamos, aunque para verlos hay que hacerlo con prudencia. Las barcas que se alquilan en el lago son de un tamaño pequeño y bajito, lo suficiente para que un cocodrilo pueda tirarse encima si te encuentras muy cerca. Por suerte, estos animales están bien alimentados por la multitud de pescado que
7. Disfrutar del ritual del café etíope
Uno de los mayores honores que hay en Etiopía es que te inviten a una ceremonia del café. Etiopía es uno de los mayores productores de café del mundo y allí el hecho de tomar café se convierte casi en un ritual: los amigos/amigas/familia se reúnen en cualquier lugar (en casa, en el campo, en la montaña) para tomar el café, que se muele a mano y se hace en la cafetera tradicional, a fuego lento, con carbón. Tras mucho rato de cocción, cuando está listo, se sirve acompañado de un bol con palomitas. ¿Curioso, no? Pero esto no es todo. Algunos llevan guitarras y empiezan a tocar y cantar, mientras otros bailan una danza típica etíope donde hacen movimientos espasmódicos moviendo los brazos cual gallinas. Todo un espectáculo al que puedes ser invitado -aparte de a un café- también a que bailes. Prepárate para danzar a lo etíope.
8. Oír el rugido del Erta Ale, uno de los volcanes activos más impresionantes que existe
Ubicado en el desierto del Danakil, cerca de la frontera con Eritrea, se encuentra el volcán Erta Ale, uno de los volcanes en activo más accesibles del mundo. Llegar hasta allí no es tarea fácil. El lugar es uno de los más inhóspitos del planeta y en esa zona, en época de verano, se pueden llegar a alcanzar los 50 Cº, por lo que es recomendable visitarlo en invierno, cuando las temperaturas son más bajas.
Lo ideal es llegar al volcán de día y acercarte al cráter por la noche, cuando se puede contemplar el “gran espectáculo de luz”. Su visita es motivo suficiente para hacer un viaje a Etiopía.
9. Conocer la comunicación gestual de los etíopes
No es que los etíopes se comuniquen solo con gestos, es que hay un gesto muy típico que se utiliza muy a menudo y que resulta muy curioso para quien lo conoce por primera vez. Cuando alguien habla a un etíope, éste tiene la costumbre de asentir haciendo un ruido gutural muy particular, como una especie de hipo, pero hacia adentro. Para ellos es muy normal, pero para el visitante puede llegar a ser muy cómico, ya que cuando más hablas con ellos, más veces repiten este sonido y te puede llegar a desconcertar. Incluso puede que tengas que esconder esa media sonrisa que asoma de tu boca al oírlo.
10. Descubrir la curiosa historia rastafari de Etiopía
¿Sabías que existe una gran comunidad rastafari en Etiopía? El movimiento rastafari fue un movimiento espiritual liderado por Garvey (el ideólogo y fundador del movimiento de liberación panafricano), que consideró a Haile Selassie I (el último emperador de Etiopía) una especie de Mesías. La historia quizás resulta insólita, pero lo cierto es que hoy en día todavía existen muchos fieles al movimiento que predican la liberación de la raza negra y que tiene la marihuana como una planta sagrada. Una curiosa religión que tiene muchos adeptos.
Estamos seguros que después de asistir al Timkat, convivir con alguna etnia del sur, contemplar de noche un volcán en activo o ser invitado a una ceremonia del café, un viaje a Etiopía lleno de tantas experiencias no te va a dejar indiferente. ¡A disfrutar!
Artículo escrito por Celia López, de Quaderns de bitàcola