Viajar es un placer. En eso seguro que coincidimos todos. Conocemos lugares, aprendemos de los demás y sobre nosotros mismos, nos hace más creativos, activos y, en definitiva, más felices. Sin embargo, viajar también es una responsabilidad. El turismo tiene impactos negativos y positivos y es nuestra obligación reducir los primeros y fomentar los segundos. En una era en la que se habla casi cada día de turismo responsable, en IATI Seguros queremos ahondar en la responsabilidad que tenemos como viajeros frente al planeta.
Aquí te damos algunas ideas para fomentar un turismo sostenible y, por tanto, ser turistas más responsables:
Contenidos
- 1 Busca destinos poco masificados
- 2 Busca empresas sostenibles
- 3 Genera pocos residuos y minimiza el uso del plástico
- 4 Potencia la economía local: hoteles, comida, souvenirs…
- 5 Viaja despacio
- 6 Usar transporte público o medios de transporte más sostenibles
- 7 Haz un uso sostenible de los recursos
- 8 Opta por alojamientos ecológicos
- 9 Apóyate en la tecnología y reduce el consumo de papel
- 10 Cuidar la flora y la fauna
- 11 Cuida el patrimonio
- 12 Investigar muy bien antes de hacer actividades relacionadas con animales
- 13 Respeta la cultura y las costumbres locales
- 14 Colabora, pero de la manera correcta
- 15 Usa tus redes sociales para hablar de turismo sostenible
Busca destinos poco masificados
Incluso antes de viajar se puede ser responsable. Aunque todos queremos ver los destinos más bonitos y conocidos, la masificación turística en ellos es real y está causando graves problemas. Plantéate hasta qué punto quieres colaborar y cómo puedes minimizar tu impacto. Una buena manera es equilibrando esas visitas más famosas, pero también ahondando en otros lugares de los que apenas se oye. Así, si vas a Indonesia, estaría bien que visitaras lugares menos conocidos de Bali o te dirigieras a rincones recónditos de Sumatra o Borneo.
También puedes investigar destinos que sean expertos en turismo sostenible. Por ejemplo, los ganadores de los premios World Legacy, otorgados por National Geographic, son aquellos rincones del planeta que apuestan por la conservación de la vida silvestre e impulsan el turismo sostenible. Las Islas Seychelles, Eslovenia o la ciudad de Santa Fe, en Estados Unidos, son algunos de los premiados.
Busca empresas sostenibles
Una vez que hayas decidido el viaje, elige empresas que te ofrezcan garantías de calidad y respeto a los derechos humanos y al medio ambiente. Potencia agencias que usen guías locales (bien remunerados) o que te aseguren que la mayor parte de los beneficios se vayan a usar para el desarrollo de la comunidad.
Genera pocos residuos y minimiza el uso del plástico
Es nuestro deber como viajeros (y, sobre todo, como personas) intentar reducir los residuos que creamos en nuestro día a día. No en vano, se cree que en estos momentos hay unos 150 millones de toneladas de plástico en el mar y que en 2050 habrá más plástico que peces en el mar. Procura que la única huella sea de la tus pies siguiendo alguno de estos sencillos consejos:
- Lleva una bolsa de tela en tus viajes y procura no usar bolsas de plástico.
- Di no a las pajitas de plástico. Si no puedes vivir sin ellas, puedes llevar contigo una pajita de acero inoxidable.
- Compra una botella de acero inoxidable. Podrás rellenarla en el 99% de los casos.
- Usa la copa menstrual y olvídate de los residuos de los tampones y compresas.
- Piensa en otros productos de higiene y cosmética de los que puedes prescindir en sus formatos de plástico: cepillos de diente de bambú, jabones y champús sólidos, toallitas reutilizables…
¿Quieres saber más? En este artículo sobre cómo reducir residuos mientras viajamos te damos algunas sugerencias.
Potencia la economía local: hoteles, comida, souvenirs…
Uno de los impactos más positivos que puedes tener al viajar es generar riqueza allí por donde pasas de una manera respetuosa y sostenible.
Por ejemplo, consume comida local e intenta hacerlo en pequeños restaurantes donde el producto que usan no ha viajado grandes distancias. Así estarás reduciendo la huella de carbono, disfrutando de una gastronomía auténtica y generando beneficio a pequeñas empresas.
Si necesitas comprar comida o algún bien de primera necesidad mientras viajas, escoge tiendas pequeñas o mercados. Ayudarás a los productores o al pequeño comercio y, seguramente, será más barato.
Compra souvenirs producidos en el país. Potenciarás la artesanía local y tampoco estarás pagando los enormes traslados que se han necesitado para traer ese producto desde la otra punta del mundo. Ojo, comprueba que esos recuerdos no estén hechos con materias primas que se encuentran en peligro de extinción. Podrás encontrar la lista en CITES, pero, por lo general, procura no comprar productos hechos con animales o conchas. No solo es nocivo para el medio ambiente, sino que en muchos casos es ilegal.
Incluye pequeños hoteles u hostales en tu viaje. En muchos casos son propiedad de familias o pequeñas empresas en las que el beneficio es directo.
Viaja despacio
Viajar a 4 países en un mes significa tomar al menos 5 aviones, decenas de taxis y otros muchos transportes más que maximicen tu tiempo. Ya sabemos que no tienes tantos días como te gustaría para viajar, ¿pero realmente te compensa ir tan rápido? Por placer y por respeto, viajar despacio reduce la emisión de CO2 a la atmósfera.
Usar transporte público o medios de transporte más sostenibles
Directamente relacionado con el apartado anterior, el uso de transportes públicos reduce enormemente nuestra huella de carbono. Sin bien tampoco hay que ponerse extremista y renunciar a hacer recorridos en coche, moto o furgoneta, está bien equilibrar la balanza e intentar tomar transportes que sean más respetuosos con el medio ambiente. Por ejemplo, puedes hacer algún tour en bici, usar motos eléctricas o, ¿por qué no?, hacer autostop.
Haz un uso sostenible de los recursos
¿Las facturas de la luz, el gas o el agua te asustan en casa? Tenlo en cuenta también cuando viajas e intenta reducir el consumo de electricidad, aire acondicionado y agua durante tu estancia en otro país. Si te alojas en un hotel, reutiliza las toallas todo lo que puedas. Si las dejas en el suelo, el personal entenderá que quieres unas nuevas y se gastarán un montón de litros de agua de manera innecesaria.
Opta por alojamientos ecológicos
Haz que en tu elección de alojamiento la balanza se incline hacia hoteles ecológicos, es decir, aquellos que estén gestionados a través de políticas medioambientales para reducir su impacto en el entorno. Por ejemplo: electricidad procedente de fuentes alternativas, materiales reciclados en su construcción o huertos autosostenibles.
Apóyate en la tecnología y reduce el consumo de papel
Hay gestos muy sencillos que son nuestra responsabilidad como viajeros. Por ejemplo, echar mano de tu teléfono móvil para llevar la tarjeta de embarque u otras reservas y así evitar utilizar tanto papel. Compra guías en formato PDF o ebook, lleva mapas cargados en el Smartphone…
Cuidar la flora y la fauna
“Se mira, pero no se toca”. Respeta los espacios naturales e intenta causarles el menor impacto. Si vas a hacer senderismo, no te salgas de los caminos marcados y procura caminar en grupos pequeños. En el caso de que vayas a visitar ecosistemas sostenibles, como pueden ser los arrecifes de coral o las selvas, recaba información para no degradarlos. Por favor, no te lleves conchas o corales de las playas, son necesarios para el equilibrio del entorno.
Cuida el patrimonio
Sigue las normas a la hora de visitar lugares con un rico patrimonio artístico o cultural. No firmes en monumentos o rocas, camina por las zonas señalizadas y sé respetuoso. Es nuestra responsabilidad que las próximas generaciones también puedan disfrutar de ellos.
Investigar muy bien antes de hacer actividades relacionadas con animales
¿Eres un enamorado de los animales como nosotros? En un mundo en el que casi toda la información se puede encontrar ya en internet, es esencial que te informes antes de hacer cualquier actividad en la que se interactúe con animales. Indaga si ese santuario que vas a visitar hace realmente un buen trabajo. En muchos casos, si hay contacto directo con animales salvajes (tigres, elefantes, guepardos, orangutanes…) no se trata de un lugar que beneficie al animal. Rechaza este tipo de prácticas.
Por favor, lee nuestro artículo sobre el turismo responsable con animales y no caigas en la trampa. Es tu deber, como viajero, informarte.
Respeta la cultura y las costumbres locales
Conoce y adáptate a los hábitos, normas y costumbres del país que vas a visitar. Recuerda: tú eres el visitante, no intentes imponer tu estilo de vida allí donde vas.
Colabora, pero de la manera correcta
¿Has recibido mucho de tus viajes y quieres regalar? Hazlo, pero de una manera correcta. Ponte en contacto con asociaciones u organizaciones para canalizar esas donaciones que quieras hacer o únete a recogidas de limpieza de las playas u otro tipo de voluntariados en los que seas útil. Así aportarás lo que ellos necesitan y se distribuirá de una manera razonable. Regalar dinero o caramelos a niños de países en vías de desarrollo puede parecerte, a priori, una buena idea, pero suele redundar en un aumento de la mendicidad, problemas dentales y contaminación del medio ambiente.
En un momento en el que todo el mundo usa las redes sociales cuando viaja, visibiliza el impacto positivo y negativo que tenemos como viajeros. Da igual que tengas 10 o 100.000 seguidores, denuncia malas prácticas, fomenta buenos hábitos, promociona organizaciones o negocios sostenibles y…
¡haz que cada vez seamos más los turistas responsables!
Escrito por Claudia Rodríguez, Viajar por Filipinas