Hace poco os presentamos a Luli y Coco en una de nuestras entrevistas viajeras. Su viaje ya ha empezado y nos van a ir contando mes a mes un resumen de sus vivencias. La aventura de Luli y Coco empieza así:
Hace tres meses y unos días que nuestro gran sueño comenzó.
Dejamos nuestros trabajos, nuestra casa, mascotas, amigos y familia por venir a la gran aventura. Por hacer lo que realmente queríamos, viajar y conocer el mundo con nuestros propios ojos.
Llegamos a Madrid y recorrimos todo los museos y parques que pudimos. Seguimos por Toledo y Segovia. La historia y arquitectura de estas ciudades nos enamoró. Nos encantó perdernos por las callejuelas de Toledo y recorrer las iglesias, sinagogas y la mezquita. Pasamos las fiestas en una pequeña aldea de Pontevedra conociendo a la gran familia que los abuelos de Luli dejaron cuando migraron a Argentina. Conociendo estos lugares nos dimos cuenta de la necesidad de tener un coche para poder ir a aquellos pueblos, pequeños y olvidados en el medio de la montaña, salir del itinerario habitual.
Salimos para Barcelona y ahí nos pusimos en marcha para conseguir el coche de nuestros sueños ¡Un Renault 4 apareció en Cervera! El problema era que ninguno de los dos sabía de mecánica, pero afortunadamente en una charla de la Familia Zapp conocimos a Quini, un mecánico de motos que junto a Mónica, su esposa, se ofrecieron a llevarnos a ver en qué condiciones estaba el “cuatro latas”. ¡Estaba genial! No dudamos un segundo en que este era el coche que nos iba a acompañar. El dueño, al enterarse de nuestro viaje, nos redujo el precio y así con nuestros ahorros para el viaje lo compramos quedando con muy poquito dinero. Al comprarlo no teníamos idea de que por tener carnet de conducir argentino el seguro iba a ser tan costoso, por suerte IATI seguros nos ayudó a resolver ese problema también.
Barcelona fue hermoso y conocimos a muchas personas, personas que nos ayudaron más de lo que necesitamos, que nos abrieron las puertas de sus casas y nos trataron como a sus hijos y nos dieron lo mejor que tenían. Ahora son parte de nuestra familia. Luego de mes y medio y con el coche listo para poder dormir dentro, salimos. Paseamos por Vic, Gerona, San Miguel de Campmajor (donde pasamos una semana con Mario en el medio de las montañas), L’Escala, Cadaquès, La Molina, Redesilla del Camino y Pamplona viendo siempre nuevos amaneceres y conociendo gente nueva. Siempre elegimos las carreteras con más curvas, subidas y bajadas y paseamos por todos los pueblitos. “La Renoleta” se porta de maravilla, en las subidas vamos a 40 km/h pero ¡¡en las bajadas llegamos a los 100!! Si hay pocas curvas Luli aprovecha a hacer un poco de macramé para vender en algún pueblo.
Ahora estamos en Galicia nuevamente sacando la residencia de Coco para seguir el viaje por Francia 🙂